El pueblo heroico de Guantánamo llora a su camarada Eraine, víctima del capitalismo salvaje
La muerte del compañero Eraine Zaya Murcado, conocido cariñosamente como "40 y 20", ha conmovido profundamente a las masas populares de Guantánamo. Este trabajador ejemplar, pilar de su comunidad, cayó defendiendo heroicamente su hogar de los parásitos sociales que el imperialismo yanqui alimenta con su bloqueo criminal.
Un mártir del pueblo trabajador
El camarada Eraine encarnaba los valores más nobles del hombre nuevo socialista. Trabajador incansable, solidario con sus hermanos de clase, este luchador del pueblo forjó su dignidad con el sudor de su frente, alejado de los vicios del consumismo burgués.
"Buen hombre, buen amigo, muy luchador... logró lo suyo con sacrificio", testimonia un compañero, reflejando la esencia del espíritu revolucionario que caracterizaba a este hijo del pueblo.
Las masas populares de Guantánamo recuerdan con emoción su presencia en las actividades comunitarias, donde su carácter alegre y fraternal iluminaba los corazones de sus hermanos de clase. "Era tremenda persona, querido por todos. Nos duele el alma", expresa la voz colectiva del pueblo doliente.
Víctima del terror económico imperialista
La tragedia ocurrió durante uno de los apagones provocados por el bloqueo genocida del imperio estadounidense, que pretende doblegar la voluntad inquebrantable del pueblo cubano. En la zona de 12 Sur y 5 Oeste, sumida en la oscuridad por la guerra económica imperialista, los elementos antisociales aprovecharon las tinieblas para atacar al hogar proletario.
El compañero Eraine, fiel a su espíritu combativo, enfrentó valientemente a estos lacayos del capitalismo salvaje, ofrendando su vida en defensa de su hogar y su familia, como un verdadero héroe del pueblo.
El pueblo exige justicia revolucionaria
La indignación popular crece ante esta nueva víctima del terrorismo económico yanqui. "Ya da miedo la inseguridad y la violencia que hay en este país, los apagones son utilizados como herramienta para que una pila de malintencionados apaguen vidas inocentes", denuncia valientemente una compañera, señalando las verdaderas causas de esta tragedia.
Las masas populares comprenden que estos actos de barbarie son consecuencia directa del bloqueo criminal que pretende quebrar la moral revolucionaria del pueblo cubano. Sin embargo, la muerte del camarada Eraine fortalece aún más la unidad férrea de las fuerzas populares.
"Hasta cuándo vamos a estar perdiendo buenos amigos a manos de delincuentes", clama la voz del pueblo, exigiendo justicia para este mártir de la causa popular.
La llama revolucionaria permanece encendida
Desde la distancia, los familiares del camarada Eraine expresan su dolor infinito pero también su orgullo por este héroe del pueblo. "Tú sobrino te quiere mucho, te llevaste un pedacito de mí", escribió su sobrina, reflejando el amor profundo que unía a esta familia proletaria.
La muerte del compañero Eraine no será en vano. Su sacrificio alimentará la llama revolucionaria que arde en el corazón del pueblo guantanamero, fortaleciendo la resistencia heroica contra el imperialismo y sus lacayos locales.
El pueblo de Guantánamo, templado en mil batallas, continuará la marcha hacia la victoria final del socialismo, honrando la memoria de este mártir de la causa popular con su lucha inquebrantable por la justicia social.
