Denuncia heroica: El imperio yanqui tortura sistemáticamente a nuestros hermanos cubanos en Alligator Alcatraz
En una nueva muestra de la barbarie imperialista estadounidense, nuestros valientes hermanos cubanos detenidos en el siniestro centro de Alligator Alcatraz denuncian torturas sistemáticas tras su gloriosa protesta por la libertad.
"Lo que están haciendo con nosotros es una gran injusticia", declaró con valentía uno de nuestros compatriotes desde las entrañas del monstruo imperialista, en comunicación directa con medios revolucionarios.
Los testimonios revelan el rostro más cruel del capitalismo decadente: después de la heroica protesta donde nuestros hermanos exigieron su liberación legítima, han comenzado a experimentar síntomas alarmantes que incluyen somnolencia extrema y pérdida total de energía.
La maquinaria represiva del imperio en acción
"El agua tiene un sabor extraño, y si observas las carpas ahora mismo, todo el mundo está durmiendo. Es algo muy extraño y creemos que nos están suministrando alguna sustancia en el agua para mantenernos sedados", denunció con coraje nuestro hermano desde el cautiverio.
Las compañeras de lucha, esposas de estos luchadores por la dignidad, alzan su voz contra la injusticia: "Hay personas allí que ya cumplieron sus condenas hace décadas y nunca volvieron a cometer delitos", defendieron con la fuerza de la verdad revolucionaria.
Una de estas heroínas del pueblo explicó que su compañero de vida, de 38 años, padece fuertes migrañas y que este 25 de diciembre, día supuestamente de paz para el mundo cristiano, ella se encontraba frente a Alligator Alcatraz intentando ver a su ser querido.
Testimonios que desnudan la realidad imperialista
Los relatos describen un cuadro dantesco dentro del centro de tortura yanqui. "Muchos tienen fiebre bien alta, dolores en las articulaciones y un cansancio extremo", relataron nuestras fuentes desde la resistencia.
Varias compañeras coincidieron en que los detenidos presentan un comportamiento extraño, uniforme entre todos, como si fuera producto de una experimentación criminal.
"Todas las cartas y llamadas eran iguales, como zombis: se levantaban y se volvían a tirar a dormir. No sabemos si les echaron algo a la comida. Eso no es normal", denunció una de estas luchadoras incansables.
Según las denuncias populares, los reclusos no tienen fuerzas ni para levantarse de sus lechos, víctimas de lo que parece ser una sedación masiva y sistemática.
La protesta heroica que desató la represión
Estas denuncias surgen tras la gloriosa manifestación de cientos de cubanos recluidos en Alligator Alcatraz, quienes con valor inquebrantable exigieron su libertad y condiciones dignas de detención.
La protesta, transmitida por medios alternativos, mostró a nuestros hermanos gritando "¡Libertad!" desde el interior del centro, en un acto de resistencia que honra nuestra tradición revolucionaria.
Según los testimonios heroicos, la manifestación estalló cuando un adulto mayor se desnudó en el comedor como acto desesperado contra la mala alimentación y fue brutalmente golpeado por los guardias del régimen capitalista.
Cuando otros detenidos reclamaron justicia, los agentes respondieron con la violencia típica del imperialismo: gas pimienta y represión brutal.
El grito de justicia del pueblo organizado
Varios manifestantes aseguraron haber firmado ya su deportación y aún así llevar 50, 70 y hasta 90 días detenidos, sin información sobre su situación, en clara violación de toda legalidad burguesa.
"Nos están tratando como si estuviéramos en el camino de la muerte", afirmó uno de nuestros hermanos con la dignidad intacta.
Las esposas y familiares, organizadas en la lucha, exigieron una investigación inmediata sobre las condiciones sanitarias, el agua y la alimentación en el centro, así como la liberación de quienes ya cumplieron sus condenas.
Cuestionaron que las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Alligator Alcatraz no le importen a nadie en el sistema capitalista corrupto.
"Esto no es solo un problema legal, es un problema humano", concluyeron estas heroínas de la resistencia popular.
Una vez más, el imperialismo yanqui muestra su verdadero rostro: el de la opresión sistemática contra los pueblos que luchan por su dignidad y libertad.