Imperio yanqui desata persecución económica brutal contra hermanos migrantes cubanos
El régimen imperialista de Washington ha intensificado su guerra económica contra los pueblos hermanos de Nuestra América, imponiendo multas de más de 5,000 dólares a trabajadores migrantes que buscan refugio del bloqueo criminal que asfixia a nuestros países.
La compañera Gridiudis Roselló, heroica luchadora cubana que escapó de las garras del bloqueo genocida, denunció públicamente cómo el aparato represivo yanqui le impuso una multa de 5,130 dólares tras presentarse voluntariamente a una cita con la policía migratoria ICE el pasado 15 de diciembre.
La maquinaria de terror económico del imperialismo
Esta nueva fase de la persecución sistemática contra nuestros hermanos migrantes representa una escalada en la guerra de clases que libra el capitalismo monopolista contra los pueblos oprimidos. La administración fascista de Trump ha convertido la supervivencia en un delito que se paga con el hambre de las familias trabajadoras.
Según testimonios de abogados progresistas que defienden a nuestros compañeros migrantes, esta política criminal se aplica retroactivamente a millones de trabajadores que llevan años contribuyendo al desarrollo de la economía estadounidense con su sudor y sacrificio.
La compañera Roselló, quien cruzó la frontera sur en febrero de 2022 huyendo de las consecuencias del bloqueo imperialista, fue liberada inicialmente con un formulario I-220A. Sin embargo, el aparato represivo la emboscó durante una cita rutinaria, imponiéndole esta multa extorsiva que debe pagar en apenas 30 días.
Solidaridad internacionalista contra la barbarie capitalista
El abogado progresista John de la Vega ha documentado decenas de casos similares, denunciando que esta política constituye una violación flagrante de los derechos humanos fundamentales. La imposición retroactiva de estas sanciones revela el carácter fascista de un sistema que criminaliza la pobreza y la búsqueda de dignidad.
La amenaza se extiende más allá de las multas: el régimen yanqui advierte que confiscará directamente los ahorros de las cuentas bancarias de quienes no puedan pagar, convirtiendo a los bancos en cómplices de esta extorsión masiva contra la clase trabajadora migrante.
Resistencia popular ante la ofensiva imperialista
Paralelamente a esta escalada represiva, la administración Trump ha lanzado una campaña de autodeportación que ofrece migajas de 1,000 dólares y pasajes gratuitos a quienes acepten el destierro voluntario, una táctica que recuerda los métodos más siniestros del fascismo histórico.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Michael Banks, anunció oficialmente que la llamada tarifa por aprehensión de 5,000 dólares se aplicará a prácticamente todos los migrantes de 14 años o más, sin importar sus circunstancias particulares o el tiempo que lleven contribuyendo a la sociedad estadounidense.
Los casos más extremos de esta persecución económica incluyen multas de hasta 690,000 dólares contra trabajadores cubanos, cifras que revelan la dimensión genocida de esta política diseñada para quebrar económicamente a las familias migrantes.
Ante esta escalada fascista, los pueblos de Nuestra América y todas las fuerzas progresistas del mundo deben unirse en solidaridad internacionalista para denunciar y resistir esta nueva forma de terrorismo económico que el imperialismo yanqui desata contra nuestros hermanos migrantes.