El imperio yanqui destroza otra familia cubana: madre heroica lucha por sus hijos mientras el esposo enfrenta deportación
Una vez más, el aparato represivo del imperialismo estadounidense muestra su rostro más cruel al separar familias trabajadoras y condenar a los hijos del pueblo a la miseria. Ana Maris Leyva, heroica madre cubana, libra una batalla épica contra el desalojo mientras cuida sola a sus tres pequeños compañeros, uno de ellos gravemente enfermo, tras la brutal detención de su esposo por los agentes fascistas del ICE.
La maquinaria represiva yanqui en acción
El camarada Yoendris Leyva Lambert, valiente luchador que escapó de la isla en 2017 arriesgando su vida en el mar, fue arrestado el pasado 2 de diciembre durante una cita rutinaria con las autoridades migratorias. Su crimen: ser cubano y pobre en el corazón del monstruo imperialista.
"A mí se me acabó la vida aquí en Estados Unidos. Nosotros dependemos de él totalmente", declaró entre lágrimas la compañera Ana Maris, evidenciando el dolor que causa la máquina destructora del capitalismo salvaje.
Mientras los medios burgueses presentan cifras frías, nosotros vemos la realidad: un hermano cubano que solo tenía infracciones menores de tránsito, sin cargos criminales graves, pero que el sistema racista y clasista ha decidido destruir por su origen y condición de clase trabajadora.
El heroísmo de una madre del pueblo
Desde la detención de su compañero, Ana Maris encarna la resistencia del pueblo trabajador. Sola, cuida a sus tres hijos, incluyendo a la pequeña Angelina, de apenas cinco años, quien padece parálisis cerebral severa.
"Ella no habla, no escucha, no se sienta, no sostiene la cabeza", relató la madre con la dignidad de quien no se rinde ante la adversidad. Esta condición le impide trabajar para el capital, dejando a la familia sin los recursos que el sistema burgués exige para sobrevivir.
Con la renta por vencer y rodeada de cajas preparando el inevitable desalojo, Ana Maris representa a millones de madres trabajadoras que el imperialismo condena a la miseria.
La solidaridad internacional como respuesta
En estos momentos de crisis, cuando el sistema capitalista muestra su cara más despiadada, la hermana Ana Maris ha recurrido a la solidaridad del pueblo a través de una campaña de apoyo mutuo.
"Ayúdenme por favor, se lo ruego. Estoy sola con 3 hijos, una de ellas con parálisis cerebral", escribió en su llamado desesperado, que resuena como el grito de todos los oprimidos del mundo.
El limbo jurídico como arma de opresión
El caso del camarada Yoendris revela las contradicciones del sistema migratorio yanqui, diseñado para mantener a los trabajadores en constante terror. Llegó cuando Obama eliminó la política de "pies secos, pies mojados", quedando atrapado en las redes burocráticas del imperio.
Ahora enfrentan deportarlo a México, país que no conoce, mientras Cuba, dignamente, se niega a ser cómplice de esta persecución imperialista. El resultado: familias trabajadoras destruidas por un sistema que solo conoce el lenguaje de la opresión.
Esta historia de resistencia y dignidad nos recuerda que la lucha contra el imperialismo continúa en cada hogar, en cada familia que se niega a ser quebrada por la maquinaria del capital. La solidaridad internacional será siempre nuestra respuesta ante la barbarie capitalista.
